domingo, 8 de noviembre de 2009

PETERWINONA


Grandes momentos, grandes compañeros. LA MULA.

La última toma de la terminada -pero no terminada- película LA MULA, la realizó IGNACIO MATEOS-VIVANCOS, un joven actor que ha estado desde su primer hasta su último día de rodaje haciendo de mulero.




Como todo el resto del equipo ha cumplido con creces su cometido. El suyo, ser actor. Apenas ha tenido frases, apenas quedará claro en la película de donde viene este mulero, a donde va, si es hermano de otro de los muleros y que le ha pasado antes o después para estar en medio de una guerra en la que no quería participar.
Ignacio, Nacho, PETERWINONA para los amigos (Peter porque la ropa de acemilero de la guerra le quedaba, al ser su aspecto pequeñito y frágil, como si fuera una especie de duende o Peter Pan. Winona por sus ojos, igual que los de la Ryder) tuvo el último plano de la película, totalmente agotado junto a la pequeña TAVI, tirando de las bestias.
Su papel era pequeñito pero, por estas cosas del cine, el prota, un mulero, siempre tenía de fondo a otros cuatro o cinco compañeros y él tenía que estar ahí. Su papel era pequeñito pero su corazón enorme, al igual que el resto de los actores que han hecho esta peli.


Les he visto disfrutar las siete semanas que nuestro gran director MICHAEL RADFORD ha dirigido. Todos se han dejado la piel estudiando la guerra, conociendo el mundo de los animales, disciplinándose en estar flacos, en los acentos, en crear relación, en mil detalles que uno no ve a menudo. Y desde un sitio en principio muy poco brillante, el de actor de reparto del reparto. Sin embargo, Michael es un director extraordinario y generoso hasta con la figurante que se sienta al lado de MARÍA VALVERDE en el baile.

Y así han sido esas siete semanas. Desde el actor que venía un día, hasta el que estaba toda la película, todos dándolo todo. Preguntando, indagando, ensayando en las esquinas del hotel, repasando textos a las seis de la mañana, mirando de reojo al compañero para buscar su ok. Ha sido el regalo de esta profesión. Desde los chavales del pueblo que han hecho de conductores, hasta el gran anfitrión MARIO CASAS, en las Adelfas, con una alegría siempre para todos, como cuando nos enseñaba, de extranjis, algún momento brillante de la peli. ¡Qué grande Mario! Lo que ha vivido Mario, lo que hemos vivido…



Llamo a mis padres, hijos de quienes vivieron la guerra civil y no salen de su asombro de lo que les cuento. En este momento de texto, me contengo. Vuelvo a Peterwinona.


Peterwinona –Nacho-, y el resto de muleros, Mario, CHIQUI, Tavi, MINGO, CARROZA, yo mismo, podemos querernos y cuidarnos, formar equipo a pesar de no ser más distintos. ¡Qué alegría que todos los actores hayamos estado tan unidos y hayamos sido tan coherentes!

En la película, el Churri (Jesús Carroza) muere por sus ideales. Los rojos pierden la guerra, pero Castro (Mario Casas) pierde a su mejor amigo, a su hermano. Castro ya no quiere medallas, no quiere nada, salvo la libertad. Y esa libertad, por desgracia, sólo puede ser interior.
El Chato (yo) y él se quedan solos, en un país devastado, desolado, destruido. En la ignorancia, sin saber leer ni escribir, sin que nadie les explique, sin entender el por qué de esa guerra que les pilló mientras trabajaban el campo para el señorito. Y aún así Castro y el Chato siguen adelante. Solos, con el apoyo de quienes también creen en la libertad y en el hombre.
Los actores terminamos la película dando lo mejor de nosotros mismos, sin saber por qué los productores no se ponen de acuerdo entre ellos, como en la guerra. La terminamos sin Michael y deseamos que pueda volver y terminar esas cuatro secuencias, pero teníamos que respetar al resto de productoras y equipo y acabarlas. Como los muleros, en medio, apretados, devastados por una guerra sin sentido.

¿Cómo es posible que un actor de reparto, y digo Peterwinona como podría haber dicho cualquiera de los otros 84 actores, con un dinerillo base por sesión, que apenas va a arañar un poquito de papel en la película, se esfuerce y se deje tanto y sea tan generoso y quienes están produciendo una película de tantos millones de euros no puedan llegar a un acuerdo?
¿Cómo es posible hablar de los que vivieron la guerra, de los que murieron, de las víctimas, de los que siguieron adelante en un país sin libertad, de la búsqueda de esa misma libertad aunque fuera en los ojos de tu amigo -en mi caso en los ojos de Mario cada vez que las fuerzas me fallaban-, cómo es posible hablar de todo eso sin buscar tu parte más generosa, humilde y digna y hacerlo desde el amor y la conciliación?
Estoy seguro que todos amaban el proyecto, por eso es más doloroso no entender sus desacuerdos. No lo entiendo.

Solo sé que Peterwinona, como todos, ahí ha estado. Arrastrando su mula, deseando la vuelta de Michael, pero respetando el trabajo de todos, representantes, unión, productores,… y tirando y tirando y tirando de la mula. Y tirando de la mula. Que por cierto, Valentina, la verdadera. Murió a mitad de rodaje.

domingo, 6 de septiembre de 2009

FOTO FINISH


¿Habéis escuchado la canción de la película REBELDES (THE OUTSIDERS, 1982) de COPPOLA? ¡Os la recomiendo!

Es una película sobre la juventud hecha por alguien que caminaba ya en su madurez. Por eso esos jóvenes eran nostálgicos. Porque en su pensamiento ya no lo eran (jóvenes). O eso me parece a mí cuando veo la película.

Los personajes de Thomas Howell y Ralph Machhio (¡Qué mala carrera han hecho después los pobres, con lo increíbles que están en esa peli!) me ayudaron mucho en una etapa de mi vida. Y esa canción siempre me gustó. Y me gustó antes de tiempo, yo no podía ser nostálgico de los veinte a los veinte. Por eso ahora es un sentimiento muy fuerte volver a oírla. La nostalgia sigue pero la prueba ha sido superada. Vivo más en el presente y aprecio el valor de lo sencillo. Miro menos atrás que cuando no tenía atrás. Curioso.


A mis queridos compañeros que no podré ver tantos lunes por la noche como quisiera, pues ya estoy embarcado en el rodaje de LA MULA, los tengo en estas fotos.







El increíble EDUARDO CASANOVA, representado del no menos increíble ZAPARDIEL, estuvo con nosotros en las funciones de LOS GEMELOS en SAGUNTO, y nos hizo la siguiente sesión de fotos. Aquí las dejo.

jueves, 6 de agosto de 2009

La VIDA alrededor.

Después del después... Hay un ensayo y después un ensayo general y después un estreno y después la copa y luego llegará la segunda función y después...

La suerte de una obra de teatro es, como le escuche una vez a GODOY en un teatro de Barcelona, que hay ensayo general.

En la vida no. En la vida puede que nos creamos vivir en un ensayo general y no nos atrevamos a vivir realmente... Por eso cuando hay que atreverse, hay que atreverse y vivir. Porque la vida no tiene ensayo general.

Me detengo por un momento de lo mío y miro alrededor. Escucho por el altavoz del teatro cantar a las sobrinas de CECILIA. Veo a las azafatas vestir las sillas. En el periódico siguen informando de la lucha contra el fuego. Todos los actores nos quedamos sin descanso y con la mejor de las ganas ensayamos hasta la madrugada. Nuestro XAVI es un grande. JESUS se recupera. TAMZIN ya andará por Asturias. Yo llamo de nuevo a Barcelona y le sigo contando a mi tía para que le cuente a mi yayo SECUNDINO.

Nada queda intacto, todo se mueve. Todos, después del después, nos ocupamos de lo nuestro y de los nuestros. La música de violines es la que suena en las bodas y en las películas de amor. Intuyo que si un guitarrista está triste su guitarra le servirá de consuelo. O al saxo o al cantaor de flamenco. Incluso el actor puede olvidar sus penas durante un rato encima del teatro. No sé cómo hará el violinista. Le ayudaremos.

Las chicas de la terraza seguirán sirviendo una copa a los actores de la siguiente función.

martes, 4 de agosto de 2009

COMO EL ESCLAVO MESSENION




Al igual que el esclavo MESSENION, que estoy interpretando en LOS GEMELOS de PLAUTO, me doy cuenta que eso de la libertad es muy difícil y utópico. ¡Cuánto nos manda nuestro propio sentido del deber, de la moral, de la educación! ¡Cuánto lo social, cuánto los demás, cuánto el hacer para un futuro, o por un pasado, o porque hay que hacerlo... cuánto nuestros miedos!

Las memorias de Rita Hayworth, la famosa GILDA del cine, se llamaron “SI AQUELLO FUE FELICIDAD”, en referencia a que ella había dicho que su etapa con ORSON WELLES fue la más feliz. Y alguien que vivió con ellos esa etapa dijo que si aquello fue felicidad, como sería el resto, en clara referencia a que de felicidad, la justa.

Parafraseando el título, yo digo “SI AQUELLO FUE LIBERTAD”, pues pienso en muchas situaciones, o vivencias del pasado, en las que yo que me creía libre y no sabía cuan atado estaba, estoy o estamos por tantas y tantas cosas. Es lo que tiene interpretar a un esclavo, que te hace reflexionar en blog alto.

Yo ahora me siento muy a gusto, la verdad. Estoy en un buen momento. Con muchas ganas de profundizar y a la vez de disfrutar de mi trabajo, del teatro, del cine, de los compañeros, del amor, de la vida. Interpretar me gusta mucho, y también creo que mi amor por escribir teatro, por montar con RADIO RARA mis textos, me ha dado mucho, mucho.

Lo veo todo con una mirada más serena. Creo en encontrar, poco a poco, el disfrute de la sencillez. Me da que todo esto tiene que ver con la dignidad. No en un sentido de orgullo o ego, sino de aceptación, de sentirme digno de mí mismo porque estoy más del lado de la vida. Bueno, todo esto lo cuento con referencia a la LIBERTAD, pensamientos e ideas que me vienen a la hora de interpretar a un esclavo en esta pieza de teatro clásica.

Y me alegro de sentir una rendija de aire en mis pensamientos para tener un poquito más de libertad. Para poder elegir un poquito más en el trabajo, en los afectos, para lograr que pueda más el deseo de hacer, que el miedo. El encuentro que el abandono.

Hablando del esclavo MESSENION, aquí van unas fotos de algunos de mis compañeros de obra…
Brindo porque el teatro, el encuentro, la reflexión y la risa nos hagan un poquillo más libres.

lunes, 3 de agosto de 2009

LA RISA HONESTA

Tenemos previsto hacer diez representaciones de LOS GEMELOS de PLAUTO aquí en MERIDA. Después de esta aventura nos queda Sagunto y algún bolo más, pero en principio LOS GEMELOS es para el Teatro Romano de Mérida y para su festival, ya en la 55ª edición. Me encantaría que esta obra siguiera y rulara mas, pues la verdad es que hemos congeniado todos de una manera increíble.

Pienso estas cosas porque de las diez funciones ya hemos pelao cinco pollos

El tiempo pasa volando y cuando nos queramos dar cuenta ya estaremos, la próxima semana, despidiéndonos de Mérida. ¡Ohhhh!

El público se ríe un montón. Afortunadamente lo hemos logrado. Creo que hemos sido unos valientes estrenando en Mérida nuestra comedia -no habíamos testeado antes la obra con público- sin saber cómo iban a reaccionar.

Lo que se pide en una buena comedia es que sea una buena obra de teatro y una buena… comedia. Y claro, pasar un buen rato, diversión, risa, emocionarse desde la alegría, que también es emocionarse. Digo esto porque hay un sector de gente que menosprecia la comedia y se cree que la emoción es el llanto. Y no sólo el llanto es emoción: reírse es una emoción y una emoción muy sana.

Además soy de la opinión que para divertir, para hacer reír a alguien desde una situación y un personaje, no desde un chiste o algo burdo, sino desde el hecho teatral, hay que ser y obrar con sutileza y de manera inteligente.

Y para que el público se divierta con el actor, éste tiene que ser, además, creíble, como si fuera un buen drama, y único para que ese público note tu singularidad. Y si además eres empático, como son mis compañeros, pues ya tenemos mucho ganado.

A eso le añado yo la sensibilidad que destilan los músicos y la belleza plástica de los acróbatas. Y Tamzin, que nos hizo a todos conocernos y jugar, creando un pequeño taller de teatro en los primeros ensayos para que todos perdiéramos el sentido del ridículo.

Ha sido un proceso lleno se afecto y buen hacer. Un lujo.

Actuar, representar y hacer viva cada función. Que cada repetición vuelva a crear la experiencia del teatro vivo. Por vivo entiendo respetar la función, su texto, sus marcas, sus intenciones, lo que cuenta, pero que tu motor interno esté alerta de todo lo que ocurre y que tu vínculo con el personaje y con los demás sean desde ese sitio donde se está sincero, presente.

Cada día pasa algo nuevo en la función si la encaras desde donde debes hacerlo, si estás de verdad, si escuchas el run-run del compañero, el tuyo, el oleaje que marca el ritmo del trabajo en equipo y el público incluso. A veces se consigue, otras no, pero en ese empeño de estar siempre creciendo, reafirmando, vivo, el personaje y la situación, siempre acaba ocurriendo lo bueno. O eso creo.

Yo voy descubriendo cada día cosas nuevas en el texto de PLAUTO y en la función. Aunque es un texto sencillo, a lo largo de siglos y siglos se han encargado de copiarlo y copiarlo hasta hacernos creer que, con tanta copia, ya no es original. ¡Cómo no va a ser original si fue el primero!

Bueno, pues yo voy descubriendo entre líneas, motivos, sentimientos, dobles sentidos, los por qués… Y eso es genial para un actor, porque va desprendiéndose de capas de su propia cebolla, para hacer algo cada vez más sencillo y verdadero.

Es como en el psicoanálisis, que al ir descubriéndote y entendiéndote vas incorporando y asimilando. Y tú puedes ser y expresar desde otro sitio más completo. Vamos lo que se dice ir poco a poco mejorando tus cosillas y las de tu personaje.

Me gustan mucho los actores que van creciendo y construyendo su personaje función a función y eso lo veo en mis compañeros de obra. Y en la parte del equipo que esta fuera, pues Tamzin, Quino y hasta The Producer siguen cuidando el proyecto

El domingo movimos el saludo final para acabar frente el público.

Como todo lo que estoy escribiendo hoy gira en torno a LOS GEMELOS, voy a dejar aquí constancia de la belleza del montaje con estas fotos tan molonas…

Diana y Jesús ensayan el baile en los jardines del Teatro Romano de Mérida.

Y después de repasar el baile, la Peñalver repasa el texto.

Victor se enciende un cigarro después de una gran escena. Tras esas piedras, la entrada al escenario y el PÚBLICO.

Elena se prepara para salir e impactar con sus acrobacias.

Fran está en el escenario. Se oculta tras la casa de Erotia.

Pavel atento a lo que acontece.

El inmenso Teatro Romano. El punto rojo es Cecilia, "sola o con alguren".

viernes, 31 de julio de 2009

LOS CHICOS

Por algún motivo, creo que a muchos nos pasa, una canción se convierte en nuestra canción durante una etapa, corta o larga, como si necesitáramos de una banda sonora para en un futuro recordar esos momentos. Por eso nos emociona tanto, porque reseña y da melodía a algo que seguramente desaparezca o se transforme con el tiempo.

Mi canción de estos días es “LOS CHICOS”, de Calamaro. La letra está dedicada a grandes músicos que ya fallecieron y seguramente, intuyo, también a amigos del propio Calamaro. Quizás porque la escuché en algún bar, quizás porque necesite la presencia de algún amigo de siempre en uno de los momentos de espera entre ensayo y ensayo o simplemente porque alguien la tarareó, LOS CHICOS y su melodía volvieron a mi cabeza. Me emociona mucho esa canción. Me acuerdo también mucho de los que no están, pero como es tan vital me hace sentir bien.

Mi abuelo, que se llama como yo, está malito en el hospital y al llegar a Mérida vi una tienda con su nombre, SECUNDINO, que suena muy romano y muy de aquí. Ya sé que no es nombre común, y quizás feo, pero yo lo llevo con mucho orgullo porque es el de mi abuelo y porque no me gustan mucho las cosas comunes, que hay muchas.

Curiosamente el trozo de letra que dice que como “hace frío y se siente solo, también baja al infierno un poco” es mi favorito. Eso y escuchar ese sonido de directo con el público coreando.

Aquí en Mérida no me siento solo en ningún momento, aunque lógicamente uno siente añoranza en cuanto se aleja de su hábitat y sus gentes. También creo en los llamamientos internos y en cuanto he pensado en mis amigos, LOS CHICOS me han llamado.

Esta noche llegan NATALIE PINOT y OLIVER, amigos del alma, para ver LOS GEMELOS, para vernos aquí y estar un par de días juntos en MERIDA. ¡Qué ganas tengo de verles!

NATALIE acaba de grabar un SUBPRODUCTO. SUBPRODUCTO es un espectáculo multimedia que está montando BENJAMIN MARQUEZ, mi hermano que es un artista increíble y un hermano genial y MANUEL D, que es otro ser maravilloso. Pues están montando un tomate muy gordo que se llama SUBPRODUCTOS. Yo he grabado un SUBPRODUCTO donde me matan en plena calle Magdalena, en Lavapiés. NATALIE PINOT y otros grandes amigos y actores como RAUL JIMENEZ, CARMEN MAYORDOMO o ROCIO CALVO están también grabando para ellos. Ando loco porque me manden material para verlo o que me enseñen todo cuando llegue a Madrid. Soy fan incondicional.

Ayer la función volvió a salir genial y el público se divirtió muchísimo. FRAN ARRÁEZ, actor al que empecé a conocer en el DON JUAN DE VEGUETA que hicimos en Canarias y al que aprecio más y más y más, cada día provoca más risas con su CILINDRUS.


Ayer, la verdad, nos reímos mucho todos.

Y ya tenemos otro pollo-pelao.

Hoy hemos visitado EL EMBALSE DE PROSERPINA. Como buenos turistas vamos conociendo poco a poco los rincones de MERIDA. A punto he estado de meterme en el embalse, había muchas familias bañándose, pero no iba equipado. En ese momento me he acordado de CHARI, que ha creado un vestuario de la hostia para LOS GEMELOS y que a VICTOR y a mí, los esclavos, nos ha calzado con unas cangrejeras, las mismas que en mi infancia odiaba porque en la Barcelona de los setenta los niños “charneguitos” íbamos con cangrejeras y los “nens catalans” iban con “espardeñas”. Y a mí, “charneguito”, las cangrejeras no me gustaban nada. Hasta que descubrí la gran utilidad de las cangrejeras para meterse en el agua y ya me gustaron. Y es que puedo ser vanidoso, como todos, pero creo que ante todo he heredado un espíritu práctico.


La comida ya ha sido dentro de la ciudad y, afortunadamente para mí, me he encontrado con MARCIAL ALVAREZ. Para mí, MARCIAL es un tío impresionante: gran actor, gran persona y sobretodo es de esos seres que te enorgullece haber conocido. No tiene un átomo de tontería en los ojos y eso me gusta. Y tiene una fuerza en escena que te hace estar vivo y alerta en todo momento.

MARCIAL ha hecho todo el teatro del mundo, es un tío de un bagaje impresionante, al igual que JESUS NOGUERO, nuestro otro gemelo. Son de una generosidad en escena increíble.

Me llaman mis padres desde CAÑICOSA, el pueblo de Segovia al que se fueron hace unos años en busca de tranquilidad, y me dice mi madre que qué alegría que esté trabajando en una obra con “EL POPE”. ¡Vaya, vaya! La verdad es que me identifico con él en que muchas veces, a pesar de papeles, teatro y una búsqueda incesante por seguir aprendiendo y creciendo, un sector de público sólo te conoce por la TELE. Incluida mi madre, que escucha mucho los programas culturales de la radio por la noche, pero luego nos llama a todos con unos nombres increibles. Él es el “POPE” de “EL COMISARIO” y yo el “TONI” de “AIDA”. Y como dice MARCIAL está bien que así sea... pero también es bueno recordar que es un actor impresionante con una trayectoria teatral brutal.

¡Qué suerte de compañeros tengo!

jueves, 30 de julio de 2009

EL BAILE DE LA LIBERTAD

El estreno de ayer fue feliz. Muy feliz. Fue una función llena de vida, de alegría, de compañerismo, de arte fluyendo por todas partes y de mucho humor.

Todo salió bien. Miles de personas de público, algo que yo jamás imaginé vivir: estar representando en el Anfiteatro, con esas luces, ese cielo, toda esa comunión de gentes deseando pasar un buen rato, emocionarse...


Me falta capacidad para poder expresar la noche de ayer. Sólo puedo dar gracias y gracias por tener la oportunidad de vivir una experiencia así rodeado de tanto afecto.

PERICO, que estuvo impresionante, tiene razón: “Todo pasa por el placer”.

Hablaba con mi querida CECILIA SOLAGUREN un poco antes de la función. Ella con ese vestido rojo y ese peinado que tira hacia la Luna y yo como una especie de niño-CANTINFLAS-criado de WILLY FOG.

Hablábamos y hablábamos de querer ser buenas personas. Jeje, nos dio por ahí. De ser fieles a lo que somos y en el intento de cada vez ser mejores personas.

Imagino que hablábamos de eso pues con los nervios del estreno alguien comentó que nos entregáramos con generosidad al público y a contar la historia.

¡Todos los compañeros estuvieron increíbles! Mi compi de saludo, de esclavitud y de camerino, VICTOR CLAVIJO, estaba muy emocionado pues fue años antes, en MÉRIDA, cuando se imaginó algún día siendo actor. Y fíjate, no sólo es actor sino gran-gran actor. Yo le admiro mucho.

Al final de la obra me fue imposible contener la emoción y como una abuela se me saltaron las lágrimas en el baile final al sentir como bailábamos todos a una, durante los aplausos, la música de Pavel.

¿Quién soy yo? Pregunta la canción.
¿Quién soy yo frente a ese cielo?
Es muy fuerte Plauto y muy fuerte todo.

Como no puedo describir en unas líneas una noche tan mágica que duró hasta el alba, dejo estas fotos, las únicas que pude hacer y que resumen TODO.


De madrugada viendo a TAMZIN, a CRISTINA, a LOLA, a FRAN, a JESÚS, a GUERRA,… a todos reír emocionados ante la música de Pavel y Alexei.


Como diría nuestro gran QUINO: “El ahora es un regalo, por eso se llama PRESENTE”.

¿Hay mayor alegría que la de pisar tierra firme? Sí que la hay, mi amo, que diría Messenion:

La alegría de bailar todos juntos

EL BAILE DE LA LIBERTAD.