lunes, 18 de octubre de 2010

DE MANOLO ESCOBAR Y QUENTIN TARANTINO.

El sábado estuve viendo un espectáculo pequeño, intimo. Como de cabaret alemán. Como de sala pequeña con música en directo. Con un clima muy parecido a uno que vi del "TIO CALAMBRES" donde colaboró BEBE. Muy chulo también.

La actuación, mas teatral que concierto, era con un solo pianista, un actor y un cantante. Se iba desgranando, entre retazos de texto, algún poema, sonido del piano y canciones. Trataba la vida de un cantante español desde la guerra civil, la posguerra, Andalucía, la inmigración, la Cataluña charnega, la Barcelona moderna, el desarrollismo, la dictadura, el tardofranquismo, los sesenta, la canción popular. SERRAT y SABINA, el PSOE y el PP, los ochenta. El amor. La familia, el éxito, la vida y la muerte.

En un momento de la obra el protagonista -con un problema de salud, que va a superar con dos cojones como dice, en la vida real. ¡Imaginen a un tío de ochenta tacos, malito, dando vida en un escenario!-, el protagonista digo, dice que él es un cantante popular. De canción popular. Un cantante popular. Eso es. El artista se asume. Con la bondad de un buen hombre y la sabiduría de todo lo vivido, se asume.

En ese momento de la obra, en mi asiento del patio de butacas, yo pienso. Eso es lo mejor, asumirse. Para ser, para mejorar, para ser sincero arriba y abajo del escenario. Para ser único, para crear. Para que desaparezcan los mil conflictos de la confusión. Asumirse. A mitad de función, el prota, MANOLO, canta por Sabina. Le gusta Sabina. Me conmueve.

A estas alturas, ya he reflexionado y me he emocionado. Debe ser buena. Debo agradecer a Fran, que está estupendo como actor-maestro de ceremonias, el haberme invitado. Sigue el espectáculo y el prota dice que le gusta la pintura, y habla sobre ello; le gusta la poesía y recita, con técnica teatral maravillosa, un poema; le gusta el cine y sobretodo... TARANTINO. La obra va llegando a su fin y yo me alegro de haber venido por primera vez (después de cincuenta años de carrera) a ver a MANOLO ESCOBAR.

La lección de maestría final nos la dio en el camerino. Tras desgranar su pasado en el escenario, nos habla de su duro momento presente con una sonrisa, cansado y feliz de su actuación. Increíble. Salimos reconfortados.

A Manolo Escobar le gusta TARANTINO. A TARANTINO le gusta una THURMAN, una DARYL HANNAH, el spaguetti western, KUROSAWA, la HAMMER, ROBERT RODRIGUEZ, ALEX DE LA IGLESIA,… A de la Iglesia por supuesto le gustan los grandes (sus últimos protas / ganas de ver su BALADA) CARLOS ARECES y ANTONIO DE LA TORRE. No dudo de que a Antonio le gusta nuestra gran amiga en común y gran actriz PILAR CASTRO. Ahí voy.

Con Pilar estuve en Barcelona el otro día. Entre unas cosas y otras, celebramos su cumpleaños. Con ella, amigos comunes y los chicos del musical donde está trabajando. Esa noche de cumpleaños se acabó en un karaoke. Los chavales del musical, majísimos, cantaron mucho y bien. Sonó mucho Sabina. ¡Cómo Manolo Escobar en su concierto! ¡Qué curioso! Y estoy seguro que Sabina ha tarareado una versión canalla del carro más de una noche.
Pienso que a veces nos juntamos actores y alguien menciona una peli y no la hemos visto, una canción, un autor, una obra de teatro y no la conocemos. Una compañía pequeña, un dramaturgo nuevo, una sala, una coreógrafa italiana, un grupo de allí, una autora teatral de 18 años que rompe en Londres, un coetáneo de Lorca que no leímos… No les conocemos. Me incluyo. Conocemos, casi todos, nos gusten o no, a los mismos y lo mismo. El filete en la cabeza de LADY GAGA,… -¿Qué actriz ganó el Oscar este año? -¡Nooo! Que ella fue el año pasado y era secundaria. Todos casi lo mismo. Esa compañía de siempre. Eso de siempre, lo viejo y lo nuevo de siempre. Y mi opinión es que tenemos que trascendernos. Saber más. Conocer más. Aunque sepamos. Siempre hay más. Mucho más.

Me admiró ver a ese hombre, de 80 tacos contando y cantando su vida en una obra tan poética, moderna e intima. ¡Fue genial!

Y luego me fui a felicitar a DAVID CASTILLO, mi compi de "AIDA"', que cumple 18. ¡Qué sorpresa, al igual que a Escobar le gusta la poesía! ¡Qué arte!

Con Manolo Escobar. Este encuentro me fascinó tanto como cuando mi querido Javier Cámara me presentó a Geraldine Chaplin o cuando Radford me contaba su amistad con el matrimonio Burton-Taylor.