martes, 4 de enero de 2011

NO CONTROLES!!



Hoy estoy que no doy crédito. Cada vez más prohibiciones. Yo no fumo, opto por un poquito más de salud, (que tampoco sé yo) pero que no haya ni un bar o una discoteca donde la gente pueda tomarse una copa con un cigarrito y bailar o charlar o hacer el gamba mientras da unas caladas, me parece extrañísimo.
Me da miedo, la verdad. De cada diez bares podría haber uno para fumadores. No sé. No creo que lo lógico sea pasar del blanco al negro. El opuesto en psicoanálisis es lo mismo. Es decir, ¿uno se hace conservardor por un padre rebelde? No lo entiendo.
Creo que hay espacio para todos. Ahora la gente hará como con el botellón y lo llamarán, por ejemplo, un cenicero callejero. Grupos de gente fumando en la calle porque no hay otra opción. Y encima también puedes denunciar al bar en que se fume. O al que fuma. No, no lo entiendo. Yo, por mí, como si hay bares donde la gente fuma y fuma porros y lo que les dé la gana, mientras haya otros donde no y se puede opcionar, genial. Prohibir me repele.
Porque además, después vendrá el no fumar en la puerta de los garitos, después en todo un edificio por si vecinos fuman, después... ¿qué será lo siguiente? ¡A ver si acabamos como en "Farenheit 451"! Todos locos, políticamente correctos, aburridos, adocenados. Falsamente sanos sin fumar pero haciendo ejercicios vacíos y comiendo manzanas transgénicas. Quedando bien unos con otros pero con conversaciones estúpidas y falsamente amables, con dientes llenos de fundas extrablancas.
Dicen que dentro de pocos años se sabrá con un simple pinchacito en el dedo, al sacar apenas algo de sangre, quién enfermará y de qué. Será bueno para evitar muertes y agarrar enfermedades a tiempo. Pero mucho me temo que será , según va el mundo, otro control más. Vamos hacia una cosa horrorosa. Pero en fin.
Acaba de empezar un nuevo año y hay que pensar en la parte esperanzadora de la vida. Yo estoy feliz por el resultado de la peli de Borja Cobeaga. Que curiosamente se llama NO CONTROLES. No digo lo de curioso por lo de los controladores aéreos, que me parece un capricho absurdo de quienes mucho tienen , sino curioso porque en estos tiempos de tanto control, se llame así el largo. La noche del estreno en Madrid fue maravillosa. Tuvo magia. Gracias mil al equipo y a todos los que me quieren y estuvieron conmigo. Ya seguiré contando, hoy no me puedo controlar y como dice la última película de Ozpetek, la vida no está en las habitaciones.
Así que me voy a la calle, que aunque no fumo, soy capaz de volver a encender un cigarro, solo por la rabia que me da tanto control. Pero volvería al blanco. ¡Ay! Yo que vivo al lado de LA RIBIERA... ¿dónde se ha visto un concierto de rock sin un puto cigarro?