viernes, 5 de febrero de 2010

LAS RISAS DE AYER…

…y de anteayer y del otro. Últimamente parece que o yo miro de manera más limpia o mi esfuerzo por mejorar me ha traído buena gente al encuentro.

Me gustaría hablar de Cecilia y el curso de Will, de mis compis de Aida,… pero es tanto que empezaré por anoche mismo.

Anoche bajaba la cuesta de la calle Amaniel acompañado de Pepa Rus. Llovía, era tarde y hoy madrugaba, pero yo, y creo ella, estaba feliz. Dije muy bajito: "Mira Pepa, un taxi". De repente el taxi paró. Como si nos hubiera oído. Pepa: "No me lo puedo creer". Le dije que se metiera ella y se despidió con una gran sonrisa. Es una actriz increíble y creo que una gran trágica, porque es de una verdad y una intuición mezclada con pasión y comicidad que la hace genuina y grande. Admiro mucho a la gente con arte.

PEPA, que está feliz porque va a hacer un papel en la Princesa de Eboli y un "Subproducto de Benjie" (Los cortos de moda de mi hermano Benjamin.)

Ya solo, camino de casa, volví a experimentar esa sensación de confianza que durante tanto tiempo me había sido negada. Siempre tuve más sensación de amenaza que de confianza. Pero por suerte también he tenido siempre una gran pasión por el cine y por vivir, por buscar la llave que me abriera una nueva puerta y alejarme de la amenaza. Y la insistencia se convirtió en modo de vida y de repente, la amenaza, desapareció.
No se puede hablar de felicidad, nos rodea tanto y tantos que decirse feliz no lo entiendo. Pero si me siento más libre y hay una rendija de aire en mis pensamientos por donde entra la confianza. Casi todo es gracias al amor. (Gracias. SI)

Ayer volví a disfrutar del encuentro de mis compañeros de la mula. María, Suquet, Octavio, Peterwinona y ese ser llamado Ber. Nos reímos montón-montón. ¡Son tan especiales! Están agarrados a la vida. Me han prometido jalearme el próximo 14, donde Javier Godino y yo tenemos una misión muy difícil pero que nos hace mucha ilusión. Gracias Buenafuente por confiar. Y gracias Rosa y Sergio por la paciencia.


En "MATILDA" el precioso local de Mayte, los muleros y las risas de ayer...


De nuevo tendría que hablar de otra historia y de la alegría de ir encontrando buena gente por este nuevo camino pero creo que eso ya es otro capítulo.
Bajo la supervisión de Radford, dos seres maravillosos como Mario Casas y María Valverde repasan su texto. Mientras Pepa y yo, como el Chato y la Pepi, bailamos.

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