miércoles, 31 de marzo de 2010

FELICES

Una de las oportunidades de crecer como ser humano, o por lo menos de no perderse y correr el peligro de ser ese adulto que ya todo lo sabe y poco se cuestiona porque es adulto, es escuchar a los demás. En mi caso, como actor o a la hora de escribir, creo imprescindible estar siempre abierto a descubrir.
Hoy he ido a grabar "Aida". Últimamente voy bastante. Hoy he ido y por primera vez en mucho tiempo he ido triste. Hoy ha sido un día malo. La resaca de un día peor. Ayer se nos rompió un si y se convirtió en un no. Se nos fue un siempre para volverse jamás. Se abrió una puerta para cerrarla de golpe. Sueño con reparar el ayer pero el caso es que hoy he ido a trabajar sin luz.
Uno hace sus secuencias, habla, se toma su café, come con los compañeros… intenta estar bien y no agobiar a nadie con sus problemas. Y aunque uno tenga la cabeza, y hasta el alma en lo suyo, por una rendija de aire se cuela la vida y te sorprende.


Sanseberina (Aidita), jovencita actriz y mejor aun cantante por descubrir, de 10 añitos, me mira en maquillaje y me dice: "Estás triste Secun". Yo le digo que sí, me sorprende que lo note y ya que lo nota no la voy a mentir: "Estar triste y saberlo da una rabia, ¿verdad?”. “A mí también me pasa" me vuelve a decir. Y su cara me da mucha pena porque me muestra alguna tristeza de niña, que no me ha contado y que es de ella. Los niños se entristecen, no me puedo olvidar.
Antes de grabar, David Castillo (Jonathan) me mira hecho un sabio y me dice: "Eh, tú no puedes tocar fondo, porque no tienes fondo ni techo". Su frase me alegra el ratito justo para darme fuerza y hacer mi secuencia con ganas.
Al acabar la grabación es Eduardo Casanova (Fidel), recién cumplidos los 19, quien me dice con más verdad que un hombre más hombre que Adán: "Cuenta conmigo para lo que necesites".
La verdad de mis jóvenes compañeros, con sus propias tristezas precisamente de jóvenes, me ha sorprendido mucho.

Al terminar la jornada, antes de partir a un ensayo donde actores adultos sacaran a jugar, si son listos, a ese niño, es Vanesa, de vestuario, también muy joven, quien en vez de su acostumbrado: "Adiós Secun", me dice: "Esta noche una de risa".

Y recuerdo una de mis frases favoritas. "Lo que los adultos creen que son los niños y lo que los niños creen que son los adultos". (La respuesta es el título)

1 comentario:

  1. Esta Canaria (conejera) desde São Paulo te manda un abrazo grande. Tú no lo sabes.Ahora sí.Consigues,con tu trabajo,dar alegría y luz a mis dias Secún.Pá´lante!

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